Lorenzo Córdova, quien fue un buen consejero electoral, ahora está demostrando ser un pésimo y hasta peligroso presidente del Instituto Nacional Electoral. Todos los días nos regala una píldora de su comportamiento errático, por decir lo menos.

Por ejemplo, ante la acusación de que el consejo es una organización mayoritariamente priista, se ha difundo que Lorenzo lo aceptó, pero responsabilizó de ese hecho a los dirigentes del PAN y del PRD. Ya que anda difundiendo tantos datos, valdría la pena que saliera a dar una conferencia de prensa y la explicara a la nación por qué es presidente del INE.
De sus declaraciones, de su comportamiento errático y de la forma como está conduciendo el proceso electoral, se desprende que su presidencia fue resultado de un acuerdo en el cual él aceptó ser el líder de una organización partidista. Su ambición por ser presidente del INE lo hizo entregar la credibilidad que había construido en el pasado. Pensar que un partido lo colocaría como presidente a cambio de nada, no sólo resulta inocente de su parte, sino además muestra la debilidad de su persona.
Cuando habló de su comportamiento errático, casi puedo asegurar que el mismo está relacionado a las contradicciones psicológicas que vive todos los días. Lorenzo es una persona cuya formación ideológica está diseñada para actuar y pensar con independencia. Pero al aceptar la presidencia del INE, aceptó adoptar una personalidad dependiente y dócil ante el poder. Porque Lorenzo tomó la presidencia del INE, pero no tiene poder. Como consejero su opinión y su voto tenía más peso que como presidente. Como dicen en mi pueblo: subió para abajo.
La crisis de personalidad de Lorenzo, junto con su debilidad política, lo acomodó a él en una situación de la que creo no va a salir. El problema es que su crisis individual, dada su posición, se puede convertir en una enorme crisis nacional. Sus errores personales están afectando considerablemente el proceso. En el centro del país sólo se logra observar su ruptura con 7 partidos nacionales. Eso, como quiera puede llegar a tener solución. Lo que no se está viendo es que el comportamiento errático del presidente y del Consejo del INE están creando una sensible fractura en la estabilidad política de los estados de la República. La crisis dentro del Instituto Nacional Electoral puso en jaque las elecciones en todas las entidades federativas. De eso hablaré mañana, por hoy vale.