Quiero ser tú; haz que valga la pena.
Uno de los compañeros de la universidad estaba convencido de que los seres vivos en la tierra somos un cultivo de bacterias, no creía en otra cosa para explicar el origen de la vida, me pregunto ahora si seguirá afirmando eso o cambió sus creencias.
La dianética era el tema preferido de un muchacho, unos meses mayor que yo, veíamos las mismas clases hasta cuando enloqueció y debieron internarlo en una clínica de reposo. ¿Seguirá leyendo sobre esos temas, continuará en la clínica, estará sentado en su casa viendo a sus hijos, les contará a ellos su aventura clínica, a dónde ha ido?
Un compañero que estudiaba otra carrera jugaba ajedrez y lo hacía muy mal, decía que era una de sus aficiones preferidas, después de fumar marihuana solía llegar a la cafetería, escoger una mesa y poner a disposición de cualquier retador las piezas negras. ¿Después de la universidad, tendrá un tablero de ajedrez en su casa, esconderá la yerba dentro de la caja donde también guardaba las piezas de juego, seguirá fumando y jugando?
Recuerdo a uno al que le tenía una rabia diminuta, pero rabia, al fin y al cabo, era inteligente y creativo, por supuesto me superaba en cada lance intelectual con el que nos retábamos. Él no había tenido sexo, y yo en broma le decía, ¿para qué tanta inteligencia si el sexo es más placentero? Debió haber tenido sexo y muchas veces, o tal vez no y se haya convertido en tara aquello con lo que yo lo molestaba.
Era bonita y fue mi novia durante un semestre, su nombre ocupaba dos sílabas y no lo he olvidado, estudiaba en otra universidad, la veía a diario y mi memoria es fiel con esto, le escribí veintitrés poemas que desaparecieron en hojas de cuaderno —ella los guardaba en su bolso. Apuesto porque sigue siendo bonita, a lo que no me atrevo es a imaginarla con hijos, debe estar casada, ¿y si no? ¿Si todavía acusa soltería? ¿Tendrá el cabello teñido de rojo? ¿Conservará el gusto por ponerse perfume en las piernas antes de hacer el amor? ¿Seguirá yendo a misa cada domingo como lo prometimos cuando tuvo un retraso de dos semanas?
Creía en el amor a primera vista, en la intuición, en la sabiduría del primer instante, compartíamos el libro de cálculo y hacíamos las tareas en la biblioteca, ella no creía que la perseverancia pudiera tener la magia del primer instante, así recuerdo a mi compañera hablando de amores entre integrales y derivadas. Decía, el amor viene sin anunciarse, el amor se va del mismo modo, cuando hace bochornosa alharaca no es amor, es solo la prestidigitación de la mente con afán de poseerlo todo. ¿Seguirá creyendo en el amor a primera vista? ¿Habrá tenido muchas primeras vistas como para enamorarse muchas veces? ¿Fue vencida por la perseverancia de un amante que creyera en otras cosas y la enamorara después de varios intentos?
¿En dónde están? ¿Quiénes son ahora? ¿Los definió el destino escrito en las líneas de sus manos? ¿Llaman azar a lo que otros decidieron porque ellos no quisieron? Este es el tiempo que llegaría después. Y yo, ¿cómo fui en esa época? ¿Quién era? ¿En qué pensaba y de qué me arrepentía?
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