Entre fuertes lluvias y basura, crece riesgo de inundaciones en EDOMÉX

Metepec, México, 19 de junio. Las inundaciones se registran por tres causas principales: una es la presencia de una fuerte lluvia, dos es la basura que la gente tira en la calle, pasa a las alcantarillas y de ahí se va a los ríos conectados a las ciudades. Y la tercera causa es la mala planeación de las redes de alcantarillado de parte de autoridades municipales. Entre las tres causas se convierten en una causal negra que acelera las inundaciones.

Nada más para dar una idea al lector del volumen de basura que va a parar a los ríos por malos hábitos de los ciudadanos, en estos días en los canales Zapata, San Isidro y San Carlos, los trabajos de desazolve permitieron extraer 65 toneladas de basura que obstruían el paso del agua. Todo esto afecta seriamente al río Lerma y a los municipios cercanos al mismo.

Según información proporcionada por el gobierno del Estado de México, gracias al Atlas de Inundaciones 2018, la Comisión del Agua del Estado de México (CAEM), tiene identificados los sitios de mayor riesgo, localizados principalmente en los valles de México y de Toluca, lo que le permite concentrar esfuerzos y capacidades humanas y técnicas para mantenerlos monitoreados constantemente.

En el Valle de Toluca, en coordinación con la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y las autoridades de los municipios de influencia del Río Lerma, la CAEM monitorea los niveles de este cauce federal, con el propósito de mantener informada a la población sobre el estado de este cuerpo de agua, por lo que hasta este momento se puede afirmar que no existe riesgo de desbordamiento.

En el Valle de México, destaca el monitoreo y los trabajos que se llevan a cabo en el Gran Canal y el Río de los Remedios, ubicados en el municipio de Ecatepec donde, en coordinación con la Conagua, autoridades municipales y de la Ciudad de México llevarán a cabo acciones que permitan reforzar sus márgenes.

La CAEM también ha instalado 26 campamentos del Grupo Tláloc, donde mantienen un monitoreo permanente para, en caso de ser necesario, activar los protocolos de atención inmediata a la población.