El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, se encuentra en este momento en una guerra comercial con China y con la Unión Europea, a la que las dos potencias económicas y militares han respondido de la misma manera: con tarifas comerciales.
De la misma forma, el país del norte pelea con México y Canadá por la renovación del Tratado de Libre Comercio y ha impuesto tarifas a las exportaciones de acero y aluminio de los dos tradicionales socios comerciales de EEUU.
Además, el republicano tiene próximas las elecciones del congreso y el senado en noviembre de este año y uno de los temas fundamentales de la campaña ha sido el de la inmigración. Las elecciones son de gran importancia para él y su partido, porque las encuestas predicen que los demócratas podrían ganar de vuelta la mayoría en el Congreso y quizás incluso en el Senado.
Justo hace dos días, Trump firmó una orden que termina con la práctica de separar a los niños migrantes de sus padres, pues estas acciones eran vistas con malos ojos por la mayoría de los estadounidenses.
En este contexto, el presidente publicó hoy por la mañana en su Twitter un mensaje a México:
«El 80% de las exportaciones de México vienen a los Estados Unidos. Dependen totalmente de nosotros, lo que para mí está bien. Lo que sí tienen, sin embargo, es leyes de inmigración muy duras. Los EEUU tienen leyes de inmigración débiles e ineficaces y los demócratas se rehúsan a ayudarnos a arreglarlas. ¡Hablaré con México»
El mensaje parece indicar que Donald Trump piensa presionar al actual o al futuro presidente de México para hacer efectivas nuestras duras leyes de inmigración si queremos que las cosas sigan igual en comercio exterior. Veremos con el pasar de los días en que termina el asunto.