Luego de la enérgica intervención que el Congreso del Estado de México hiciera para que el gobernador Alfredo del Mazo recibiera a los familiares de víctimas desaparecidas, por fin este día el representante del Ejecutivo se reunió con diversas representaciones de desaparecidos y se hicieron varios compromisos.
Debe lamentarse que la reunión se hiciera sin la presencia de diputadas y diputados de la LX legislatura quienes a final de cuentas son quienes tomaron en serio la promoción de una reunión del gobernador Alfredo del Mazo con las víctimas. Pero a parte de eso, se debe reconocer que ya se inició un diálogo más abierto, y más franco con los familiares de las víctimas y que existe una esperanza de que comience a cambiar la actitud cerrada e inhumana que el gobierno de Alfredo del Mazo ha venido teniendo en los casos de mujeres, niñas, niños y hombres desaparecidos en el Estado de México.
Será importante que en la próxima reunión estén presentes los legisladores y que las organizaciones de búsqueda de víctimas no dejen de sostener un constante diálogo con el poder legislativo. De eso depende que se conserven el sentido humano que debe tener un tipo de reuniones de esta naturaleza.
Es lamentable que de parte del gobierno aún se conserve esa actitud de politiquería barata expresada a través de sus burdos e inhumanos comunicados de prensa que no pretenden ayudar a la gente a encontrar a sus familiares, sino tienen como trasfondo dejar en bien al gobernador. Hagan bien las cosas y no será necesario escribir comunicados insensatos. Encuentren víctimas y eso es suficiente para dejar en bien al gobierno. Pero hasta vergüenza da el trato boletinero que la Coordinación de Comunicación Social del Gobierno le dio a la reunión con las víctimas. Respeto señores al dolor de los seres humanos. Respeto al dolor de los gobernados.
Pero en fin, algo se avanzó y ahora hay que seguir y hacer bien las cosas, lo cual pasa por cuidar de no hacer de estas reuniones un sistema boletinero que no busca resolver los problemas sino maquillar la imagen del gobernador. La política de comunicación social del gobernador sigue siendo una basura boletinera. Escribe Edmundo Cancino.