Todavía es muy común que haya manifestaciones de rechazo y gesto de incomodidad hacia la homosexualidad. Si bien la violencia hacia la comunidad LGBTTTI no ha desaparecido, también hay que señalar una mayor apertura de muchos sectores de la sociedad. La intolerancia hacia otras formas de amar, afortunadamente, decrece cada vez más.

La literatura es una de las formas de favorecer la empatía y de encarnar distintas experiencias de vida. Uno puede vivir a través de las historias y las letras vidas que de otra manera nunca conoceríamos. Por eso, leer se ha conservado como la mejor forma de entablar diálogo con los otros, así como de ejercer el criterio y la sensibilidad.
En Las estrategias del deseo la escritora y poeta Cristina Peri Rossi abre la puerta para intuir y esbozar las amarguras y las intensidades propias de los amores lésbicos pasajeros (o no tanto). Su claridad y su tono no se enmarañan en estridentes y rebuscadas imágenes. Por el contrario, su transparencia le concede la cercanía necesaria para la conexión con su lector. Por ejemplo:

Ayer a la noche
en la soledad habitada
de la ciudad moribunda
volví a amarte
con la furia inmoderada
de los deseos reprimidos
y otra vez fui joven
otra vez fui poderosa
violenta ávida nocturna
En México, la poesía erótica de Nancy Cárdenas fue pionera en los temas lésbicos (porque de Sor Juana no podemos aseverar nada, pues sus letras son lo suficientemente ambiguas para la propia sociedad novohispana). La sudamericana Silvia Molloy hizo lo propio en la narrativa. La uruguaya Peri Rossi lo ha hecho con delicadeza y desfachatez desde el exilio (otro de sus temas cruciales) en Barcelona. Y en Las estrategias del deseo se le puede disfrutar sin exagerar ni el gesto, ni el dolor, ni el placer.
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