Autoridad del IEEM sigue sin plan anti-covid: ¿torpeza o maña?

Redacta Edmundo Cancino

Hasta la fecha los directivos del Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) se han mostrado omisos, lentos y faltos de creatividad para enfrentar una elección inmersa en una crisis nacional de salud. ¿O, a lo mejor, no son tan pesados y están en colusión con alguien para llevar adelante una jornada electoral a modo de que el COVID desaliente la participación electoral?

En efecto, faltan unos cuantos meses para el día de la jornada electoral (6 de junio 2021) cuyo fin es renovar ayuntamientos y Legislatura mexiquense. A pesar de la premura los dirigentes del IEEM no han iniciado un debate sobre cómo se va a enfrentar la pandemia en las elecciones.

Debe tenerse en cuenta que toda la legislación y reglamentación del proceso electoral se basa en el principio de comunicación directa entre candidatos y ciudadanos. Toda la norma electoral facilita y alienta una comunicación personal entre electores y elegibles.

Pongamos varios ejemplos. El proceso de selección, capacitación y designación de las decenas de miles de funcionarios de casilla se realiza de forma personalizada. Trabajadores del IEEM visitan casa por casa a los ciudadanos con el objeto de invitarlos a participar como autoridades de casilla. En el seno del consejo no se ha discutido el procedimiento para realizar tamaña labor garantizando, por un lado, la salud de los notificadores y, por el otro, de las y los ciudadanos.

Además de lo anterior, la votación el día 6 de junio se realiza de manera presencial. No se discutió la implementación del voto digital para ciudadanos de la tercera edad o mexiquenses con problemas frágiles ante el COVID (diabéticos, hipertensos, con sobrepeso, con problemas respiratorios). ¿Qué van a hacer? ¿Invitarlos a cumplir con acudir a las urnas cuando todas las autoridades de salud prohíben las grandes concentraciones?

¿Cuándo pues, cuándo la autoridad electoral va a discutir el programa de diseño de urnas especiales para COVID? ¿No sería importante discutir el tema de mesas de trabajo especiales para las autoridades de casilla? ¿Prever espacios con ciertas características para el día de la votación y el recuento de sufragios?

Contrario a los principios, la autoridad electoral no emite confianza y certidumbre.

Y otro tema: el diseño de campañas electorales se basa en dos grandes estrategias permitidas por la ley: el mitin y la visita domiciliaria de candidatos y candidatas. Este método de campaña está proscrito por la realidad sanitaria. Usarlo sería criminal para tanto para ciudadanas y ciudadanos, como para candidatas y candidatos. Estaríamos frente a un atentado a la vida de los electores y los elegibles. ¿Qué hacer?: ¿dejar a la inventiva de todas y todos resolver el problema? Y cuando alguien tenga una idea alternativa de campaña y gane ¿sancionarlo porque no cumplió con la ley?

La autoridad electoral basa toda su esperanza en la vacuna universal anti-covid. Para el 6 de junio, parecen creer, todos estaremos vacunados. ¿En serio? ¿Esa es la apuesta?

Ahora bien. Esto era previsible desde noviembre del año 2020 cuando todos teníamos conocimientos de la pandemia. Y entonces uno comienza a pensar que no se trata de un error, de un desatino, de una torpeza. Comienza uno a pensar que la autoridad electoral está fomentando una campaña donde salir a votar implique un riesgo a la vida de las y los ciudadanos; de las autoridades de casilla. En síntesis, una campaña donde se apuesta al abstencionismo como resultado final.

Conforme pasen los días el anterior argumento cobrará más fuerza. Y entonces deberemos responder la siguiente pregunta: ¿a quién beneficia el abstencionismo?

Y por favor, no me vengan con que no sé de elecciones, o desconozco los procedimientos técnicos, administrativos y legales de un proceso electoral. Por su enorme importancia para la democracia del Estado de México, este tema queda abierto.