Morena y su encrucijada: Democracia pro-AMLO o dedocracia burocrática.

Este fin de semana el Partido de Morena deberá tomar dos decisiones: La primera es si sigue siendo el partido que respalda a Andrés Manuel López Obrador o se ha convertido en el reino de los burócratas partidistas. La otra decisión: se inclina por ser una partido democrático, reglamentario y de militancia, o bien acepta su transformación en una estructura de tribus muy parecido al esquema del PRD del cual tanto quiso huir AMLO.

Esto es así porque el próximo sábado se va a intentar realizar el Consejo Nacional de Morena. Usamos la frase «se va a intentar» porque el pasado 3 de octubre desde la dirigencia nacional y varios grupos de poder en los Estados de la República se organizó un bloqueo a la realización de una asamblea de consejeros nacionales. En efecto, el pasado 3 de octubre se presentaron a la asamblea 115 consejeros nacionales faltando 26 integrantes para completar el quórum.

Varios consejeros denunciaron que el vacío fue organizado por seguidores de Mario Delgado, presidente nacional del partido. Entre Los Marios se encuentran funcionarios en activo ya sea de los poderes legislativos o ejecutivo de los Estados de la República. Por ejemplo, en el caso del Estado de México el senador Higinio Martínez y el presidente de la Legislatura Local, Maurilio Hernández, han aprovechado el poder económico que se deriva de sus encargos para bloquear todas las estructuras legales del partido.

De este modo este par de funcionarios se han convertido en los «dedócratas» que imponen candidaturas y decisiones. Por todos los medios de poder a su alcance bloquean la realización de los consejos distritales, consejos estatal y la elección de la dirección estatal. En su lugar acomodan delegados aprobados en complicidad con Mario Delgado. En pago a éste, a Mario, dan orden a consejeros nacionales mexiquenses para que también le hagan el vacío al Consejo Nacional. El Estado de México es un verdadero cochinero. Se usa el poder para frenar la democracia dentro de Morena.

Tanto Higinio como Maurilio aprendieron todas estas tácticas en el PRD en donde durante mucho tiempo ejercieron el control de ese partido bajo las siglas del GAP. Y no se ocultan: Higinio Martínez no tuvo empacho en hacer una gran cantidad de asambleas y acuerdos para respaldar al Grupo Atlacomulco en la construcción del Aeropuerto de Texcoco (en sus dominios territoriales). Sus frases siguen resonando en el Estado de México: Que me perdone Andrés Manuel, pero no estoy de acuerdo con él y vamos a respaldar la construcción del Aeropuerto de Texcoco.

Baste este triste ejemplo para ilustrarnos cómo existen grupos burocráticos incrustados en ese partido y volvamos al Consejo Nacional de Morena. El orden del día se compone de tres elementos: 1.- Discusión de cómo actuará en la Consulta por la Revocación de Mandato del Presidente de la República. 2.- Afiliación y credencialización. 3.- Asuntos generales en donde se podría discutir a.) la manera de elegir candidatos y b) la ilegalidad o procedencia de los delegados nacionales que Mario Delgado viene nombrando en todo el país.

El tema de la revocación afecta directamente al presidente de la República. AMLO no cuenta con ninguna estructura formal para impulsar una gran campaña nacional a favor de la continuidad de su mandato. Está consciente que no puede usar la estructura del poder para respaldar la campaña, así es que como nunca necesita de Morena para organizar de forma ordenada un movimiento nacional.

El Partido como tal se encuentra rezagado. A nivel nacional incluso ya se cerró el periodo de registro de los promotores que el INE autoriza para recaudar los tres millones de votos necesarios para convocar a la consulta. La dirección nacional de Morena, se dedicó a todo menos a organizar una estructura participativa. En la República la militancia se organizó como pudo y se registraron. Nuevamente pongo el ejemplo del Estado de México donde Higinio y Maurilio se dedican a controlar la candidatura a la gubernatura, pero no aplicaron un mínimo de tiempo para que el partido organizara su participación en esta consulta. Fueron capaces de organizar una gran cantidad de eventos faraónicos para respaldar a Higinio en su aspiración de controlar la candidatura a gobernador, pero no movieron su poder para impulsar la participación en la consulta por la ratificación del mandato de AMLO.

Si tal y como sucedió el pasado 3 de octubre «Los Marios» le hacen el vacío al Consejo Nacional para que no alcance el quorum, entonces estarán organizando en los hechos un bloqueo contra Andrés Manuel. El reino de los burócratas predominará y la militancia de Morena se encontrará navegando a lo que su entender le alcance.

El segundo punto de la orden del día es la Afiliación. En este caso existen dos posturas: por un lado Los Marios quieren nombrar delegados de afiliación para substituir a las estructuras formales y crear sus propios reglamentos. El objetivo es claro: tener una militancia a modo. Por el otro lado, la Secretaría de Organización respaldada por más de 100 consejeros nacionales nada más quieren que se cumplan los estatutos y el registro de la afiliación se haga conforme a derecho. Y si algo cambia, que sea el Consejo Nacional quien apruebe esos cambios. Para ello es obligado que se realice el Consejo Nacional.

Hasta ahora la crisis de Morena se encuentra encapsulada dentro del partido. Si no se frena y persiste, pronto esa crisis podría alcanzar la credibilidad de los millones de votantes que siguen a Morena pues al partido lo identifican con AMLO. Quién triunfará: la dedocracia y su dinero, o una militancia que está reaccionando si, pero no con la velocidad requerida. Así las cuentas. Escribe Edmundo Cancino. Columna Cuentos y cuentas.