En menos de un mes, Morena Estado de México pasará por dos pruebas de fuego: por un lado, la elección de la Dirección Estatal que deberá efectuarse el 6 de agosto; y por el otro la elección de quien coordine los trabajos de la estructura de la 4t quien, a su vez, se convierte en la persona con más posibilidades para detentar la candidatura al gobierno del Estado de México.
Otra manera de presentar la misma información puede ser la siguiente: durante los siguientes 30 días veremos si el grupo de los Higinios sigue siendo el garante para que el Grupo Atlacomulco siga en el poder; o bien, si después de años de soportar a uno de los gobiernos más corruptos del país, por fin se genera una esperanza democrática para la ciudadanía mexiquense.
Los Higinios se han preparado para la defensa del Grupo Atlacomulco. Han realizado todo tipo de tropelías para crear la sensación de que el PRI puede conservar el poder. En primer lugar, en los últimos años los higinios fueron los encargados de maniatar y volver una porquería al Congreso del Estado de México.
En efecto, gracias a la votación del pueblo, hace cinco años Morena y sus aliados por vez primera en toda la historia mexiquense consiguieron tener no nada más la mayoría simple, sino la mayoría constitucional dentro de la cámara de diputados del Estado de México. Eso significaba que desde el poder legislativo se podían controlar la manera corrupta con la cual el Grupo Atlacomulco maneja los dineros del pueblo. Hacer auditorías y ordenar el gasto público. También podían reformar la constitución para quitarle al grupo Atlacomulco los poderes metalegales y de impunidad con los cuales cuenta.
Nada de eso pasó. Gracias a los higinios, representados en la cámara por Maurilio Hernández, no se realizó ninguna acción de control de la corrupción. Tampoco se reformó la constitución cuando se podía. Por el contrario, todas las iniciativas propuestas por el grupo Atlacomulco fueron aprobadas. Al final, los higinios desarrollaron una estrategia para regresarle a los priistas la mayoría en el congreso. No obstante, esos mismos higinios siguen controlando la coordinación de la cámara de diputados y se sirven de una caterva de seudiputados que usan el presupuesto público para maniatar, controlar, marginar y evitar el desarrollo democrático. El congreso es la podredumbre de la política mexiquense y los principales promotores son los higinios.
Este mismo grupo de Higinios se encargó de desmantelar la dirección de Morena en el Estado de México. Horacio Duarte y Maurilio Hernández fueron los personeros de Higinio que se encargaron de desmantelar a Morena. La dirección estatal desapareció, el Consejo Estatal dejó de sesionar, y los consejos municipales y distritales fueron desmantelados. En su lugar, los higinios trajeron priistas, panistas y perredistas que se volvieron sus empleados. La base de Morena fue desarticulada. Para terminar de podrir el partido, los higinios se pusieron de acuerdo con Mario Delgado para designar una delegada de partido cuyo único trabajo de forma evidente ha sido promover la candidatura de Higinio y destruir cualquier otra opción política.
En este mes todo eso se puede terminar o, para desgracia de la democracia mexiquense, puede ratificarse. Todo dependerá de los resultados de los 41 congresos distritales de Morena que se efectuarán el próximo 31 de julio. Los higinios, ayudados por el PRI, el PAN y el PRD, tratarán de ganar la mayoría de esos 41 congresos y gracias a ello ratificar su mando al frente de la dirección de Morena en el Estado de México. Y es que, quien tenga la mayoría en los 41 Congresos Distritales amarra la dirección estatal de ese partido. La podredumbre triunfaría y el grupo Atlacomulco tendría vía para conservarse en la gubernatura del Estado de México.
La podredumbre contará con el presupuesto del Grupo Atlacomulco que será infiltrado en el proceso de elección de a efectuarse en los 41 distritos. Ya desde ahora se han denunciado la infiltración de millones de pesos para comprar los votos.
Por otro lado, existe la enorme posibilidad de crear un frente democrático al interior de Morena que termine de una vez por todas con esta pestilencia. Para ello las diferentes fuerzas deberán vencer sus egoísmos y construir una opción democrática. Sino lo hacen, nada más estarán permitiendo que en el Estado de México los de siempre hagan lo de siempre: entregarle el poder al Grupo Atlacomulco. El tema sigue abierto.
Columna Cuentos y Cuentas: Escribe Edmundo Cancino