En torno a la posibilidad de enfrentar una elección corrupta preocupan tres acontecimientos. El primero es el enorme acercamiento de Alfredo del Mazo con el poder Ejecutivo Federal. Durante cuatro años Del Mazo ha actuado con una doble cara: ante el presidente es un gobernador sumiso y hasta agachón. Pero frente a la militancia de Morena del Estado de México ha realizado una serie de estrategias para dividir, debilitar y destruir la organización de ese partido.
El segundo hecho que preocupa es el poder que aún detenta dentro de Morena el grupo de Higinio Martínez. Este tenebroso personaje ha sido el encargado de desarticular la izquierda mexiquense para permitir la permanencia en el poder del Grupo Atlacomulco. No es una actividad nueva, la hizo desde que como perredista desarticuló las posibilidades de triunfo de personajes como Gustavo Baz, Mauricio Valdez, Alejandro Encinas y en el pasado reciente, ya como morenista, con Delfina Gómez.
También el grupo de Higinio Martínez ha destruido la posibilidad real de que el poder Legislativo del Estado de México se convierta en un contrapeso de los gobiernos del Grupo Atlacomulco. Como perredista su grupo tuvo acceso a la mayoría dentro del Congreso, pero en esos tiempos todas las iniciativas del PRI (a pesar de su debilidad) se votaron a favor. Y en la pasada legislatura, como Morena, tuvieran la mayoría absoluta y con sus aliados la mayoría constitucional. De nueva cuenta nada se hizo para contrarrestar el poder del Grupo Atlacomulco, sino por el contrario se le respaldó y se le ocultaron todas sus trapacerías antiguas y se le permitieron otras nuevas.
En este esfuerzo para desarticular a los Congresos mexiquenses Higinio Martínez uso al mismo entregador profesional: Maurilio Hernández. En efecto, cuando el PRD pudo ser poder en la legislatura el líder era Maurilio Hernández. Y ahora, que Morena contó con una mayoría constitucional, el mismo Maurilio Hernández se encargó de que nada pasara. Es un mediatizador profesional y su trabajo es volver mediocre y entreguista la función de un Congreso electo por el pueblo. Las últimas dos legislaturas mexiquenses realmente están podridas.
Para probar lo anterior la información sobra, pero no es el momento de ampliarse en el tema pues una tercera preocupación acaba de aparecer: la alianza federal entre el PRI de Alito y el congreso federal dominado por Morena. ¿Hasta dónde llega esa alianza? ¿Contempla el Estado de México?
Por el momento no se sabe, pero la primera fila del informe de Alfredo del Mazo y la sesión de abrazos, fotos y caricias que se registró entre priistas y morenistas preocupó a miles y miles de personas que aspiran a terminar el reinado del Grupo Atlacomulco en el Estado de México. La traición y la entrega están a la vista. De esto en las redes circulan muchas pruebas gráficas
Para saber si existe o no un acuerdo subterráneo podemos usar varios indicadores. Hoy quiero mencionar tres. El primero será el acercamiento o no de Delfina con Higinio Martínez. Si la ruptura entre estos dos actores se confirma, el proceso va por buen camino. Si, por el contrario, Delfina e Higinio vuelven a acordar como en los viejos tiempos, entonces todo apesta.
Otro indicador será los nombramientos de los representantes del INE y del IEEM en el Estado de México. Estos dos cargos tienen la responsabilidad de armar y registrar a los representantes de casilla el día de las elecciones. Y más aún, de vigilar el proceso de designación de las autoridades electorales en cada casilla. En la actualidad estos dos cargos los detentan personas de toda la confianza de Higinio Martínez. Si esos cargos no se les entregan a personas claramente aliadas a Delfina, entonces estamos ante otra mala y pésima señal.
Y un tercer indicio de corrupción electoral sería el nombramiento de la coordinación de campaña. Si el cargo recae en Higinio o compañía, pues como dije atrás: todo apesta.
En este orden de cosas es como debemos dar seguimiento a si existe un acuerdo de alcantarilla en torno a la elección del Estado de México. Los tres últimos indicios son el indicativo de si se va por buen camino o todo hiede. Hasta ahora Delfina e Higinio están separados (huele bien). Hasta ahora, los representantes de Higinio siguen en el IEEM (apesta ). El coordinador de campaña se definirá más adelante (punto en suspenso).
Columna Cuentos y Cuentas. Escribe Edmundo Cancino