La sucia manera como el grupo Atlacomulco piensa ganar la elección del 23

Quien piense que el grupo Atlacomulco está perdido es inocente y muestra su desconocimiento de la política mexiquense. Me explico. Muchas personas me comentan que Alejandra del Moral no tiene la personalidad suficiente para ser competitiva y carece de discurso. Afirman que su designación es garantía para ganar la elección del próximo año. Anexan que no está a la altura de Delfina, la candidata segura de Morena. En esos pensamientos veo deseos y no análisis, proyecciones que muestran el desconocimiento de cómo el Grupo Atlacomulco ha logrado perpetuarse en el poder durante decenas de años.

La política electoral del Estado de México no se hace por señales y augurios, sino por una terrible y corrupta práctica electoral que alcanza un nivel superior al de doctorado. Desde cuándo, pregunto, el Grupo Atlacomulco ha ganado el Estado de México con buenos candidatos. En serio, ¿Eruviel fue un buen candidato? ¿Montiel tenía una personalidad que arrasaba? ¿Del Mazo Maza irradiaba confianza y hacía que las multitudes se volcaran a las urnas? Del Mazo ni estando en el poder logró legitimarse y sigue siendo una especie de muñeco inexpresivo carente de programa y discurso. Quién no recuerda a Del Mazo en el debate entre candidatos cuando sus estrategas tomaron la decisión de mejor esconderlo pues hacia el ridículo de tiempo completo.

En este sentido Alejandra del Moral está al nivel de proyección de sus antecesores. Desde la perspectiva de calidad de la candidatura no existe nada nuevo.

Si no es la personalidad, el discurso y el programa del candidato es obligado preguntarnos en qué consiste el método para perpetuarse en el poder; cómo es posible que el Grupo más tenebroso del priismo nacional siga vivo y se siente a platicar con el presidente de la República en turno no importando si es PRI, PAN o Morena. Por qué sigue operando recursos financieros de forma impune y como en sus mejores tiempos.

Existen muchas claves y demasiadas aristas. Aquí solamente daré algunas y conforme vaya avanzando el tiempo redactaré diferentes columnas.

Lo primero que el grupo Atlacomulco asume es que una elección es como un campo de batalla y, por tanto, el triunfo se dibuja a partir no nada más de los defectos y virtudes propios, sino de las fortalezas y debilidades del adversario. En síntesis el Grupo Atlacomulco entiende que se puede ganar siendo el más fuerte, pero también se puede triunfar siendo EL MENOS DÉBIL. Y en eso está.

Siguen una regla elemental: cuando no puedas hacerte más fuerte, cuando no puedas tener la mejor candidatura de la historia, la estrategia principal consiste en debilitar al adversario. No tienes golpe duro para noquear, pero tienes jab para atarugar. Sabes que la pelea no es de un episodio sino que se irá hasta el final y la decidirán los jueces.

Y la estrategia de campaña se diseña con ese objetivo y para ello se hace lo siguiente: 1.- Controlar a los medios de información para que emitan informaciones de que la competencia está cerrada. 2.- No enfrentar de cara a la noqueadora y correr todo el tiempo tirando jab. 3.- Comprar a los morenistas en distritos electorales estratégicos que decidirán la elección. 4.- Comprar al árbitro y a los jueces. 5.- Comprar al aguador y a la mayor parte del staff de la maestra. 6.- Preparar la imagen para decir que la competencia siempre estuvo cerrada y todo se decidió hasta el final. 7.- Bajo el principio calderonista de «haya sido como haya sido», después de la elección, aguantar la andanada final de que fue una elección corrupta y dejar que el tiempo calme los ánimos.

En esta estrategia está el Grupo Atlacomulco. El PRI se ha dedicado a debilitar a Morena y crear entre el electorado la sensación de que la competencia está cerrada y no hay nada para nadie. Desde esta perspectiva ha venido ganado la batalla a sus adversarios. El PRI no se ha fortalecido, pero si ha logrado debilitar a Morena. Una parte de la estrategia se ha recargado en usar al Grupo Texcoco encabezado por Higinio. Independientemente de que existen muchas, pero muchas pruebas de lo dicho, valgan los siguientes datos:

a.- Sin dejar de considerar la responsabilidad de los líderes de Morena del Estado de México por ser tan dejados, el Grupo Atlacomulco logró desorganizar a Morena mexiquense hasta el grado de desaparecer toda la estructura formal del partido. Durante tres años Morena mexiquense no ha existido. Y cuando se quiso corregir todo eligiendo una nueva dirección, Higinio volvió a intervenir para nombrar una dirección estatal entreguista, débil, desestructurada e inútil. El partido sigue siendo un desastre. Es una dirección de caricatura cuya actividad se reduce a tomarse una foto con Delfina. Tan, tan.

b.- Con apoyo de Higinio, en la legislatura mexiquense el Grupo Atlacomulco logró dos avances notables:

En primer lugar conseguir que cuando Morena obtuvo la mayoría constitucional no pasara nada y se conservaran los privilegios financieros de la organización. Higinio y Maurilio se encargaron de que las auditorias no pasaran y no se aprobara ninguna ley que permitiera transparentar los recursos. Nunca se pretendió amarrar las manos del Grupo Atlacomulco. Por el contrario, los beneficios del perverso grupo se acrecentaron. Se escondieron debajo de la cama todas las irregularidades. Sí el grupo Atlacomulco basa toda su perversidad en el dinero, entonces, ¿por qué cuando los diputados y las diputadas de Morena tuvieron la mayoría constitucional no reformaron las leyes para castigar y evitar el saqueo? ¿Por qué Higinio y su grupo promovieron un ridículo plan de reformar la constitución cuando ya se había perdido la mayoría legal para hacerlo?

Dentro de este tema, en segundo lugar, y nuevamente apoyado por Higinio, el Grupo Atlacomulco recuperó la mayoría constitucional de la Legislatura y desde ahí, ellos si, siguen controlando dinero, leyes y persecuciones.

No lo creen, pues entonces citen una sola ley promovida por las y los diputados de Morena mexiquense realizada a favor del pueblo y para controlar la manera como el Grupo Atlacomulco le mete la mano al presupuesto de cientos de miles de millones del gobierno mexiquense.

c.- Quitarle a Morena Municipios estratégicos como Tlalnepantla, Atizapán, Coacalco, Izcalli, Naucalpan, Toluca, Zinacantepec y Metepec. No sólo eso, amagando a las y los expresidentes municipales con contraloría por el mal manejo de finanzas. Aplicando la máxima del grupo: no te meto a la cárcel, pero tienes que ser un oponente de bajo perfil.

Gracias a estas tres acciones (desarticular Morena, recuperar mayoría en el congreso y arrebatarle a Morena los municipios grandes) el Grupo Atlacomulco ha logrado generar tres percepciones: la primera que su caída se frenó y está a la alza; la segunda que Morena llegó a su punto máximo y está a la baja; y la más importante para ellos: la elección será competida.

En síntesis la estrategia del Grupo Atlacomulco sigue su marcha. No tienen buena candidatura, pero eso no importa pues se está enfrentando a un enemigo que a base de jabs y golpes bajos lo debilita todos los días.

De ahí la frase con la cual inicié la presente columna: Si alguien piensa que el grupo Atlacomulco está perdido y no dará la batalla es un inocente. El pueblo usa una palabra más fuerte.

Columna cuentos y Cuentas de Edmundo Cancino. Estén atentos pues de aquí a la elección publicaré muchas columnas relacionadas con el tema.