
Este año se dio una de las manifestaciones artísticas más llamativas en tiempos electorales. Se trata de la publicación de un manifiesto en donde muralistas piden a las candidatxs no borrar sus murales y, de hacerlo, que existan ciertas condiciones de reparación del daño. Por considerarlo de interés publicamos el manifiesto.
El activista de Tultitlán José Barrera-Napo, junto con los colectivos Tlalne Street Art – representado por Antonio Cruz Ruiz y Esmeralda Arredondo Islas, Noray, Casa Revolución – representado por Marco Polo Meléndez Ortiz – y Orgullo Bravo, presentaron en conferencia de prensa un manifiesto en el que se exhorta a las y los candidatos y candidatas independientes, partidos y personal que participe en campañas electorales a respetar los murales realizados por artistas urbanos previos a las campañas.
Manifestaron que el Estado de México sufre un fuerte abandono en materia cultural, particularmente los municipios conurbados de la Ciudad de México, por lo que mutilar los pocos murales de acceso público representa un grave daño al trabajo artístico que se lleva a cabo en esas comunidades.
Expusieron que darán seguimiento y documentarán casos de murales dañados durante el proceso electoral que se aproxima en el Estado de México. Sobre este particular Lector24 hace el compromiso de, hasta donde sea posible, publicar cada que un mural sea borrado, así como qué material se puso en su lugar.
Al evento asistieron los artistas urbanos Hekoz, Caus, Hersk, Aupec, Selva y Roxor, quienes tomaron la palabra y dieron a conocer su experiencia en su campo, y compartieron algunos retos que aún enfrentan para llevar a cabo su labor artística. Reproducimos el manifiesto íntegro:
«Este manifiesto es para exhortar a lxs candidatxs independientes, partidos
y personal que participe en campañas electorales a respetar el derecho de
lxs ciudadanxs a la ciudad, al arte y a los espacios comunitarios; respetando
las expresiones artísticas en gran formato, y murales, hechas previas a las
campañas.
El espacio urbano se ha utilizado para construir y reconstruir identidades
colectivas por lo que también se le invita a la población a participar en su
cuidado, estímulo y preservación como parte de su patrimonio local
durante las elecciones y posterior a ellas.
.
- Que los actores políticos no borren murales para sustituirlos con
propaganda política. - Que las obras que sean borradas sin consentimiento del creador(a)
reciban acciones basadas en la Ley de Propiedad Intelectual. - Que lxs artistas afectadxs sean compensadxs monetariamente o
que se les brinde un nuevo espacio para pintar el mural perdido,
financiado por el partido o candidatx responsable de su destrucción. - Si una obra piensa ser retirada, abogando que su estado está en
deterioro y por tanto su conservación no es necesaria, se tendrá que
pedir permiso a su creador y llegar a un acuerdo con él/ella/elle. - Que se cree un grupo independiente apartidista que vigile que en
tiempos de elección los murales sean respetados. Este grupo dará a
conocer el respeto de los mismos al final de la jornada electoral y
expondrá a los partidos y candidatxs que no acataron esta petición.
Además dará a conocer a cuánto equivale la pérdida de los murales
afectados. - Que se reconozca que los derechos de propiedad de la obra
pertenecen a lxs artistxs y no al propietario del muro. Por tanto sólo
el creador(a) o lxs credorxs de la obra podrán autorizar su borrado. La
única excepción es cuando exista un contrato escrito y firmado por
ambas partes de “ trabajo hecho por encargo ”, donde la propiedad
del mural es de quien lo comisionó. - Que se documenten los casos de borrado de murales en pro de un
candidatx. - Que se proteja a lxs artistxs y su derecho a la expresión y que no se
les criminalice por su trabajo. - Que lxs candidatos se comprometan a proteger y respetar los
derechos culturales de la ciudadanía y que parte de su agenda
cultural figure la promoción y cuidado del arte urbano y sus
creadores.
El Estado de México sufre un fuerte abandono en materia cultural,
particularmente los municipios conurbados de la Ciudad de México.
Mutilar las pocos murales de acceso público representa un grave daño al
trabajo artístico que se lleva a cabo en esas comunidades.
Los murales pueden considerarse una forma de conectar con nuestro
pasado y ayudarnos a comprender la cultura y los valores de nuestra gente.
Además, pueden inspirar a las generaciones futuras al ofrecerles una
representación visual del pasado y al recordarles sus deberes cívicos.
Asimismo, son expresiones que abordan todos los ámbitos como las luchas
sociales que fomentan la reflexión y toma de conciencia colectiva.
Protegiendo los murales nos aseguramos de que estas obras de arte se
conserven para que las generaciones futuras puedan identificarse con su
historia y transformar su futuro hacia un bien colectivo.»