Acerca de nosotros

Lector 24 es un medio de opinión e información mexicano con más de 30 años de experiencia. Fundado a principios de los noventas, su concepto inicial fue exclusivamente de impreso. Dado los cambios tecnológicos, sus fundadores tomaron la decisión de volverlo también un medio digital. Ahora lo presentamos como un diario digital: Lector24.com

El medio tiene como objetivo cubrir los vacíos informativos que se presentan en el Estado de México, sobre todo en materia de política, cultura y ciencia. Respecto a la política el gobierno y los partidos políticos aspiran a tener un control total de la información imponiendo la propaganda por sobre la información y la opinión. En Cultura no existen proyectos serios mediante los cuales la sociedad pueda acceder a la misma. La cultura se entiende más como entretenimiento que como un modo de ser de las civilizaciones. La ciencia no es considerada como puntal de la sociedad, a pesar de ser la base de solución de los problemas de una sociedad masificada que presenta problemas de todo tipo.

Respecto a nuestro nombre, Lector 24,  responde a una teoría creada por nosotros sobre el comportamiento de los medios escritos a partir de su relación con los lectores. Así, según sea el interés de la empresa que crea un medio, el ser humano puede aparecer como elector, consumidor, o lector. Según nuestra teoría de comunicación, todo medio tiene como objetivo transformar al ser humano, a través de la información, en lector; por medio de la propaganda en elector y; a partir los comerciales en consumidor.

Para convertir al ser humano en consumidor la empresa transforma los datos y las opiniones en comerciales, el partido en propaganda y el periódico serio en información y opinión. La diferencia es enorme y define el comportamiento social de las empresas de comunicación. No es un asunto menor. No es un tema de forma sino de fondo. Teniendo como fundamento estos objetivos, el medio de comunicación va a definir su contenido, la relación con su sociedad y la manera como va a presentar los datos.

Así, para «las empresas negocio» el ser humano es un consumidor natural. Todo lo que haga esa empresa negocio, por más ingenioso, perfecto y técnico que sea, solamente tendrá como objetivo convertirnos en consumidores de los productos que promueven. No les interesa la racionalidad, la libertad, la felicidad o la información imparcial. Su único objetivo es vender el producto que anuncian y para ello deben convertirnos en consumidores.

Sí es necesario mentir, mienten. Si es necesario disfrazar o tergiversar los datos, lo hacen. Es más, si es necesario decir la verdad, la dicen. La información es envuelta en una tecnología estratégica y al final se transforma en comercial. Su fin es convertir al ser humano en consumidor. No importa si se le da información falsa, engañosa, estratégica o disfrazada. No interesa la calidad del producto. Solamente interesa convertir al ser humano en un consumidor. La mercadotecnia es un arte del engaño y muchas instituciones ofrecen doctorados sobre el tema.

Los partidos políticos transforman al ser humano en un «elector determinado». Sea un partido que se inicia u otro con mucha antigüedad buscará siempre que el ser humano vote por ellos, se convierta en un elector de ellos. Si el empresario convierte la información en comercial, el partido político la transforma en propaganda. La propaganda llega a tener las mismas características del comercial. Cualquier defecto de un candidato es transformado en virtud. Y cualquier virtud de un adversario es transformada en defecto.

Con sus estrategias de propaganda, los partidos políticos cambian la naturaleza misma de la capacidad de «elegir» y buscan «determinar» al ser humano para obtener su voto. Las estrategias de mercadotecnia usadas por los partidos políticos van desde las más burdas hasta las de un alto desarrollo tecnológico. De forma continua, los dirigentes de los partidos políticos acuden a los principios de la mercadotecnia comercial para lograr sus fines electorales. Prefieren un mercadólogo a un pensador de las ideas que dicen promover. Justificados por el éxito electoral, traicionan su ideología y la convierten en un producto como los pañales.Los candidatos se convierten en «productos» a vender.

Finalmente, está la empresa periodística que busca convertir al ser humano en un lector. Le procura dar información y opinión, a efecto de que racionalice su posición ante los acontecimientos del espacio geopolítico en el cual vive.

Detrás del nombre de Lector está, pues, toda una concepción teórica de la manera como los medios de información nos debemos comportar.

Sobre el número 24. A nuestro entender, un lector no requiere muchas páginas para tener la información necesaria y tomar decisiones racionales respecto a los hechos públicos. Desde que se concibió Lector 24 se pensó en rechazar como modelo de éxito empresarial la idea de un medio con muchas páginas. Observando a esos medios, el lector se puede dar cuenta que la mayor parte de esas páginas son paja o publicidad comercial. Es lo que llamamos el «síndrome del kilo». Mucho papel impreso y poca información.

De hecho, los lectores racionales que se ven obligados a leer periódicos que sufren del «síndrome del Kilo» siempre deben elegir a unos cuantos articulistas y unos pocos reporteros que son quienes sostiene el criterio periodístico de la empresa. Se lee lo que se debe leer y el resto de la impresión se va «al kilo».

Pero también el número de 24 páginas respondía a necesidades empresariales que no tiene caso explicar en este momento.

El cambio tecnológico ha variado mucho de lo que pensamos en aquella década de los noventas. Los medios digitales ofrecen interesantes posibilidades que pueden ayudar a desarrollar a la difusión de una información imparcial que sirva para la racionalización de los hechos sociales. Nosotros decidimos adecuarnos a esos cambios, pero también se tomó la decisión de conservar el nombre para no perder el origen y la historia de Lector 24.

Pero si bien los cambios tecnológicos han sido muchos, los objetivos y las estrategias de los medios de información no han variado en lo más mínimo. En los medios digitales encontramos el mismo diseño de los años noventas: empresas que buscan transformar al ser humano en lector, consumidor o lector. Es decir, ya sea empresas que ofrecen comerciales, propaganda o bien información y opinión.

Nuestro medio, Lector 24, sigue conservando el mismo objetivo que lo alentó en los años noventas, cuando fue fundado. Sólo que ahora aprovechará la tecnología para conseguir mejor sus fines. También hemos diseñado mejor nuestra manera de organizar y presentar las opiniones y la información. Creemos mucho en que Lector 24, en su nueva etapa digital, siga siendo un medio de información general. Pero, desde hace tiempo, venimos preparando un sistema de publicaciones especializadas que nos permitirán entregar a nuestros lectores una información más organizada, así como una opinión más profunda, acompañada de opiniones.

De los noventas a la fecha, la realidad mexicana se ha complicado. A pesar de vivir la alternancia partidaria en el poder presidencial, en varios gobiernos estatales y en cientos de administraciones municipales, la esperanza de mejorar la gobernabilidad no se ha visto concretada. Aún cuando las universidades han acrecentado sus matrículas de doctorados, dicha matrícula parece ser falsa. La educación sigue siendo la meta principal del país.

Se ha creado un entarimado en torno a la violencia del crimen organizado. Muchos medios de información han sucumbido a la estrategia de usar la violencia, el sexo, los deportes y los espectáculos como elemento de atracción. Pareciera que dar informaciones científicas, artísticas, culturales y racionales no es una alternativa para conseguir lectores. Los medios viven entre la tentación de fomentar el ruido nacional y la necesidad de aumentar la información racional.

No se puede aceptar medir el éxito porque la irracionalidad es aceptada por los auditorios. Eso es convertir a la información ya no en comercial, propaganda o lectura, sino en ruido. En el país, como dice el dicho, existe mucho ruido y pocas nueces. Una cosa es organizar, presentar y redactar de forma adecuada la información para hacerla más accesible a los lectores, y otra muy diferente llenar dicha información de ruido para atraer la vista de la sociedad.

En Lector 24 creemos que la función de desarrollar un medio de información requiere una postura del medio de comunicación y de los lectores. Ambos debemos intentar mejorar. El esfuerzo no es sólo de una parte. Afortunadamente, los medios digitales permiten una mejor interacción con los lectores. Aprovecharemos esa facilidad que otorga la nueva tecnología para mejorar nuestro diálogo con nuestros lectores.

Más adelante ampliaremos esta presentación, por ahora, baste.

Edmundo Cancino Gómez

Director General de Lector 24

México. 1 de Marzo de 2015